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Tipos de calderas: de acumulación e instantánea

Como bien sabes, una de las principales funciones de la caldera de gas es la de producir agua caliente sanitaria. Sí, son estos los dispositivos responsables de que ese momento de entrar a la ducha sea uno de los más confortables y relajantes de tu día.

Por esta y por otras muchas razones, las calderas son un elemento indispensable para las viviendas de hoy. Sin embargo, siempre llega el día en el que debes decidir qué tipo de caldera deseas instalar en tu casa.

Si tienes dudas sobre la instalación de una caldera a gas, en este artículo nos centraremos en dos alternativas: la caldera de acumulación y la caldera instantánea.

 

Las dos opciones tradicionales para obtener agua caliente sanitaria

Tal y como acabamos de adelantarte en este título, las calderas de acumulación e instantánea son las dos opciones clásicas para producir agua caliente en el hogar. No obstante, conviene que manejes las diferencias principales entre ambas antes de decidirte por una u otra opción. Presta mucha atención, porque las diferencias no son pequeñas.

 

La caldera instantánea

Las calderas conocidas como instantáneas son aquellas que calientan el agua solo en los momentos en los que existe una demanda. Es decir que mientras no estés haciendo uso del grifo, esta caldera no consumirá nada. Y esto implica un mayor ahorro.

El problema que presentan este tipo de calderas es que no suelen contar con demasiada potencia (suelen ser de hasta 35 kilovatios). Así, por ponerte un ejemplo sencillo, si tienes dos duchas en casa y quieres poder usarlas simultáneamente, piensa que vas a necesitar una caldera con una capacidad de, al menos, 42 kilovatios. Por lo tanto, este tipo de caldera no será el recomendado.

En ese sentido, las calderas instantáneas son perfectas para instalarlas en segundas viviendas, o bien en hogares en los que el consumo de agua caliente sea reducido. Si vives solo, puede ser la opción ideal para ti.

 

La caldera de acumulación

Podemos decir que dentro de este tipo de caldera existen dos modalidades: las que integran el acumulador en la propia caldera y las que instalan un depósito externo. En cualquier caso, en ambas opciones el agua se acumula y se calienta por la acción del gas.

Al contrario de lo que ocurre en el caso anterior, esta es la alternativa recomendada para cuando se prevé una mayor demanda de agua caliente. En ese sentido, las calderas de acumulación te van a solucionar casi con total seguridad la producción de agua caliente sanitaria. En cualquier caso, sus problemas principales son que ocupan un mayor espacio y que, a pesar de estar bien aisladas, pueden presentar pérdidas. Y eso, claro está, se refleja en la factura. Por eso, si las necesidades que tienes en casa van a ser más bien puntuales, puede que esta opción no tenga demasiado sentido.

Ya conoces las dos opciones principales a la hora de proceder a la instalación caldera para tener agua caliente sanitaria en tu vivienda. Llegados a este punto, solo tendrás que elegir la que más te convenga en función de tus necesidades en casa.

Desde Gilabert Miró estamos a tu disposición para ayudarte a elegir la caldera que mejor se adapte a tus necesidades.

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